sábado, 2 de mayo de 2009

PROGRAMA DEL CURSO

BUTLLETÍ D’INSCRIPCIÓ
Nom i cognoms:
Estudis (curs i llicenciatura):
Telèfon de contacte:
Correu electrònic:
Vol certificat d’assistència:
Sí □
No □

La informació s’enviarà al correu electrònic
babelvalencia@gmail.com
valencia.cafebabel.com

Organitza: Babel Valencia. Col•lectiu d’estudiants de la Universitat de València.
Coordinadora de la jornada:
Cristina Benlloch Doménech
Presidenta del col•lectiu d’estudiants
C. E Babel Valencia.
Col•laboradors:
Olga Leon
Altea Mas
Cristina Pèrez
Joaquín Sarrión Esteve.

Institucions col•laboradores:
Asociació Ciudadania Multinivel

Institucios patrocinadores:
CADE, Universitat de València.

InstSEMINARI
El terrorisme islámic: una perspectiva de gènere

Lloc: Aula Ignasi Villalonga, situada en el primer pis de la Facultat d'Economia del Campus dels Tarongers

Data: Dilluns 11 i Dimarts 12 de maig de 2009.

babelvalencia@gmail.com

PROGRAMA

Lunes, 11 de Mayo
15:30h: Acreditació i entrega de documentació.
16:00h: Presentació del seminari
16:30h: Primera conferència: “Terrorismo suicida: una amenaza a la seguridad moderna o antigua. Terrorismo suicida entre mujeres. Marcos explicativos. Dra. Dronzina Professora.
Suicidio, terrorismo, sacrificio: interpretaciones sociológicas. Definiciones. Geografía. Relevancia e impacto. El terrorismo suicida entre mujeres como factor en la toma de decisiones y distribución del poder en los niveles nacional e internacional. Niveles de análisis: social, organizacional, individual. Un repaso a las teorías: la capacidad explicativa de las teorías racionalistas (rational choice): diferentes paradigmas (racionalidad y el altruismo); la capacidad explicativa de las teorías culturalistas (la identidad y la religión); la vida y la identidad romántica y dramática. Acertar la identidad: ¿viviendo o muriendo? Pertenencia a través de violencia. Reconciliando la identidad y la racionalidad en el acto terrorista suicida: ¿es la misión posible?

Martes 12 de Mayo.
12:00h: Segona Conferència: “La participación de las mujeres en actos terroristas suicidas y el debate en el Islam. La importancia de la identidad del género en la opción terrorista suicida.”
Terrorismo y religión. El terrorismo: ¿motivado, inspirado, o legitimado a través de la religión? ¿Terrorismo y religión o terrorismo e Islam? Interpretaciones clásicas de la Jihad y el martirio: derechos y obligaciones de la mujer de participar. Precedentes históricos. Situación actual del debate. Las dimensiones de género del terrorismo: ¿mito o realidad? La identidad de género como base de estereotipos políticos y mediáticos.
14:00h: Pausa-Dinar.
16:30h: Tercera Conferència: “Casos. Terrorismo suicida entre mujeres reconsiderado. Intento de construir una explicación de punto de vista del género.”
Terrorismo suicida entre mujeres, legitimado a través de ideologías seculares. El caso de Líbano, Shri lanka (LTTE) y Turquía (PKK). Terrorismo suicida entre mujeres, legitimado a través de la religión. El caso de Chechenia, Palestina, y Al Qaeda. Análisis transcultural: oportunidades y limitaciones. Conclusiones. ¿Qué se puede hacer para reducir la participación de las mujeres en esta forma de violencia extrema?
17:30h:Clausura de les jornades i entrega de diplomes.
ESTINATARIS:

Pèrfil de la Conferenciant:
Tatyana Dronzina es Doctora por la Universidad de Sofía (1987). Es miembro de la Bulgarian Association of Polticial Sciencie. Y actualmente es Lecturer en el PSD, Kliment Ohridski en la Universidad de Sofía. Ha realizado estancias de investigación en diferentes Universidades Europeas. Se debe detacar la publicación de su libro “Female suicide terrorism” (2008) publicado por St. Georgi Pobedonosec publishing house, Sofía.si està dirigit a sociòlegs, periodistes, juristes, politòlegs, i públic en general interessat en el terrorisme i els temes de génere.

COMITÉ ORGANITZADOR:
Coord

LISTA DE PARTICIPANTES

LITERATURA RECOEMDADA

LITERATURA EN CASTELLANO

ECHEVERRIA, Carlos. 2009. El yihadismo salafista en Asia Central: estado de la cuestión. Análisis del Real Instituto Elcano (ARI), Nº. 6, 2009
DAVIS, Joice. 2004. Mi cuerpo es un arma. Ediciones B.M.A., Barcelona
DRONZINA, Tatyana. 2006. El nuevo terrorismo global y sus implicaciones para los balcanes. Documentos de trabajo : política y gestión, Nº. 6 http://turan.uc3m.es/uc3m/dpto/CPS/documents/paper-Tatyana-1.pdf
IBAÑEZ, CORTE, , LUIS DE LA and JORDAN, JAVIER. 2007. La Jihad terrorista. Madrid
JORDAN, Javier. 2004. PROFETAS DEL MIEDO: APROXIMACIONES AL TERRORISMO ISLAMISTA. Pamplona.
JUERGENSMEYER, Mark. 2001. Terrorismo religioso. El auge global de la violencia religiosa. Madrid, Siglo Veiniuno
PISANO, Isabel. 2004. Yo terrorista. Random houuse Mondadori, Barcelona
VICTOR, Barbara. 2004. Las siervas de la muere. Lumen, Barcelona


LITERATURA EN OTROS IDIOMAS
Robert A. Pipe. 2005. Dying to Win: The Strategic Logic of Suicide Terrorism. Random House, 3-76
Mia Bloom. 2005. Dying to kill: the allure of suicide terrorism. NY, Colombia University Press. 19-44, 76-1001
Hoffman, Bruce, Terrorism, signaling and suicide attacks. Studies in Conflict and terrorism 27:23-281, 2004
GUNARATNA, Rohan. 2000. The LTTE and suicide terrorism. India's National Magazine, Volume 17 - Issue 03, Feb. 05 – 08, http://www.hinduonnet.com/fline/fl1703/17031060.htm
Dogu Ergil, “Suicide Terrorism in Turkey: the Workers’ Party of Kurdistan”
www.ict.org.il/apage/10728.php
Suicide Attacks: A Case Study in Turkey. http://www.tipsconnections.org/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=1072
Martin Kramer. Sacrifice and "Self-Martyrdom" in Shi'ite Lebanon. http://www.geocities.com/martinkramerorg/Sacrifice.htm
Suicide Terrorism in the Middle East: Origins and Response. http://www.washingtoninstitute.org/templateC05.php?CID=2401
Dronzina, Tatyana; Astashin, Vadim. 2007. Chechen Female Suicide Bombers: Who and why. Journal of Human Security, Volume 3 Issue 1 http://search.informit.com.au/documentSummary;dn=769485220797389;res=E-LIBRARY
Dronzina, Tatyana. 2006. To die or not to die: unsuccessful female suicide bombers in Chechenya. Praxis sociológica, ISSN 1575-0817, Nº. 10, pags. 77-90. http://www.praxissociologica.org/desktopmodules/tablaIP
/fileDownload.aspx?id=100227_Revista_n10-4.pdf&udr=100196&cn=Archivo
FIGHEL, Yoni. 2003. Palestinian Islamic Jihad and Female Suicide Bombers. http://www.ict.org.il/index.php?sid=119&lang=en&act=page&id=5294&str=FEMALE%20SUICIDE%20TERRORISM
SCHWEITZER, Yoram. (ed). 2006. Female Suicide Bombers& Dying for Equality? Memorandum N84. Jaffee Center for Strategic Studies. Telaviv University, http://www.tau.ac.il/jcss/memoranda/memo84.pdf
SCHWEITZER, Yoram. 2002. Suicide Bombing: The Ultimate Weapon? 7 August. http://www.ict.org.il/articles/articledet.cfm?articleid=373
BERCO, Anat and EREZ, Edna. 2006. Women in terrorism: a Palestinian feminist revolution or gender oppression. http://www.ict.org.il/index.php?sid=119&lang=en&act=page&id=9102&str=FEMALE%20SUICIDE%20TERRORISM
BEYLER, Clara. 2003. Messengers of Death - Female Suicide Bombers. http://www.ict.org.il/index.php?sid=119&lang=en&act=page&id=10728&str=FEMALE%20SUICIDE%20TERRORISM

CURRICULO DE TATYANA DRONZINA

PRÓLOGO DEL LIBRO "TERRORISMO SUICIDA ENTRE MUJERES" DE TATYANA DRONZINA


Como siempre, me ocupo de los agradecimientos con la preocupación de que seguro no mencionaré los nombres de todas las personas, que de alguna manera han sido responsables y han ayudado para la aparición de este libro y de decirles lo importantes que son para su éxito.
Antes de nada quisiera hacer un agradecimiento muy sincero al Departamento de Ciencia Política y Sociología del la Universidad Carlos III de Madrid, a cuyos profesores, aparte de la cooperación profesional, me unen lazos de profundo respeto y amistad.
Me siento especialmente obligada a mencionar al Profesor José Ignacio Cases Méndez, Director del Departamento en estos momentos y al Profesor Dr. Francisco J. Vanaclocha Bellver, quien lo dirigía anteriormente.
No puedo perder esta oportunidad para agradecer a mis jóvenes colegas y queridos amigos: Javier Ruíz, Roberto Lozada, Carmen Bañuelos y Marcos Freijeiro que me prestaron su ayuda inapreciable en la traducción y preparación de mis textos, para ser publicados en español siempre que la necesitaba.
Las mismas gracias debo al Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granda y a su Directora, la Profesora Beatriz Molina. El Instituto me dio la oportunidad de terminar aquella parte de mi investigación que no pude terminar en Madrid. Aparte del privilegio de volver con frecuencia a la maravillosa Andalucía, esta cooperación me permitió y me sigue permitiendo disfrutar del apoyo de nuevos y viejos amigos entre los cuales mencionaría los nombres del Profesor Javier Rodríguez Alcázar, la Profesora Rosa Medina y el Profesor Jorge Bolaños, así como a sus familias.
Y hablando de Granada, ¿cómo se me puede olvidar nuestra familia por opción – María José y María Belén Mesa Olea y a sus padres, con quien hemos compartido tantas ilusiones desarrollando proyectos conjuntos entre nuestros países, España y Bulgaria, y acercándolos un poquito más.
Debo también, agradecimientos muy especiales al Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Sofia San Klemente de Ojrida del que tengo el honor de formar parte y a los referentes. Sin su espíritu tolerante y crítico este texto no sería lo que es.
Me gustaría reiterar lo importante que ha sido para mi la ayuda de amigos y colegas de varios países, que se tomaron el trabajo de leer el texto y dar su opinión, importantísima, como siempre, y a otros, con quiénes llevamos desde hace tiempo, una discusión e intercambio de opiniones fructíferas y animadas, como con el Profesor Carlos Echeverría de la UNED.
Mis gracias más especiales, como siempre, vienen reservadas para mi familia. Hace más de 20 años que me apoyan y esto me hace pensar que tengo una suerte increíble tanto en mi vida personal y familiar, como en la profesional.

RESUMEN

El presente texto se dedica al terrorismo suicida entre mujeres. La pregunta principal que en éste se plantea es: ¿tiene esta forma de violencia extrema dimensiones de género y si la tiene, cómo se expresa? Lo que el lector leerá en el resto de las páginas, es el modesto intento de la autora de responder a esta cuestión.
Mi interés hacia el terrorismo suicida entre mujeres surgió a lo largo de proyectos de investigación de organizaciones radicales en Asia Central y grupos y movimientos extremistas en el Cáucaso del Norte; proyectos en los que he tenido la suerte de participar y más tarde, el honor de coordinar. La presencia de mujeres en la violencia política siguió llamando mi atención mientras colaboraba en varios proyectos con los colegas de dos universidades en España que desde hace tiempo considero “mías”– la Universidad Carlos III de Madrid y la Universidad de Granada. La oportunidad de continuar con la investigación emprendida me la dio el proyecto Estudio de la radicalización del Islam: ¿qué pueden hacer las comunidades escolares para prevenirla? Investigación comparada de los casos de Bulgaria, España, Marruecos y Rumania, financiado por el Programa de la prevención de la radicalización violenta de la Comisión Europea y realizado por un magnífico equipo internacional de estudiosos que, junto con la profesora Beatriz Molina, tengo el privilegio de coordinar.
En los tres casos, gracias a la amabilidad y el apoyo de mis colegas y el coraje de mis doctorandos pude realizar un buen trabajo de campo y entrevistar a varias mujeres y hombres – cristianos, musulmanes y ateos – que tenían que ver con organizaciones radicales. Sin duda, aquella fue la parte más interesante del trabajo. Lo digo no simplemente porque el contacto con personas de carne y hueso es siempre un reto que vale la pena asumir, sino porque estoy convencida de que la producción de nuevos conocimientos debe de estar precedida por la recopilación de nuevos datos empíricos.
La importancia del tema viene determinada por varias circunstancias. Primero, los hechos de los últimos años pusieron en claro que los actos del terrorismo suicida, más allá de ser capaces de causar inmensos daños materiales y morales, están en condición de impactar en el proceso de toma de decisiones y distribución del poder en el marco tanto nacional como internacional. Y segundo, éste plantea ante la ciencia política varios desafíos bíosociales (de género, demográficos) que hasta el momento no han sido enfrentados exitosamente.
Bien se sabe que son las preguntas no contestadas las que forman la base de la mitología política; una mitología peligrosa que, por un lado las genera y por otro se nutre de ellas, significando el inicio del círculo vicioso de la acción y la reacción; la violencia y la escalada de la violencia. Un círculo que abre el camino a la intolerancia y la humillación, la inseguridad y el peligro; un camino que termina Dios sabe dónde, pero no en el lugar en y el momento que nos convendrían.
Parte de la mitología política mencionada es tanto la imagen de las mujeres ejecutoras de actos suicidas terroristas, como de las mujeres como víctimas. Estos, por supuesto, son estereotipos de género. No hay datos que confirmen que las mujeres no son capaces de participar del mismo modo en la violencia que los hombres; tanto las unas, como los otros podrían ser objetos o sujetos de acción violenta. El problema más bien es si somos capaces y si lo somos, en qué medida, de evitar el error general atributivo que nos hace concentrarnos más en la personalidad de los terroristas y menos en las condiciones que hacen posible la aparición y el desarrollo de terrorismo.
El terrorismo en general, y el terrorismo suicida en particular, es, más que nada, un fenómeno de organización, y en menor medida individual. Esta es una de las conclusiones más importantes del estudio, aunque uno de los métodos principales de investigación elegidos, ha sido la reconstrucción de las historias de vida.
Antes de seguir, me gustaría decir un par de palabras sobre mi concepto del terrorismo y el carácter de su definición. Al igual que a muchos otros, también a mí me tocó sufrir las dudas en cuanto a la posibilidad de elaborar una idea universal. ¿Sería posible hacerlo al tomar en consideración que dependería de nuestro concepto de la legitimidad? Los partidarios de la respuesta negativa destacan con toda la razón que la noción de la legitimidad tiene que ver con la cultura y que las diferencias en este aspecto podrían resultar insuperables. Sin embargo, creo que vale la pena el intento de elaborar una definición, si no universal, por lo menos compartida. Rendirnos ante esta tarea significaría reconocer que no es posible construir ningún mecanismo internacional para combatir el terrorismo, ni establecer cooperación contra él, ni ponerle frenos. Es por eso que me atrevo a proponer una definición que es la siguiente: El terrorismo es forma de violencia deliberada dirigida contra personas u objetivos civiles, o contra personas y objetivos militares en épocas de paz, ejecutada con el propósito de modificar el comportamiento de un blanco más amplio que el inmediato. Los puntos clave de esta definición son los siguientes:
• Atribuye la característica “terrorista” al acto y no al sujeto y por lo tanto no especifica la naturaleza del sujeto (el ejecutor del acto). Admite que un acto terrorista puede ser ejecutado por individuos, grupos, organizaciones o estados y que un grupo que en ciertos momentos de su desarrollo haya utilizado el terrorismo como método de lucha, puede o volver a utilizarlo, o dejar de hacerlo.
• Al hablar de violencia, no especifica si se trata de un acto o un proceso, o de violencia física o psíquica. No se ha hecho lo primero ya que se considera que tanto un acto como un proceso podrían ser caracterizados como violencia terrorista, ni tampoco lo segundo, ya que los dos tipos de violencia son instrumentos apropiados para aterrorizar.
• De esta definición queda excluído el elemento del miedo, no porque el terrorismo moderno no lo cause, sino que porque lo que causa es mucho más que miedo – causa bajas que pueden comparase con las bajas de una guerra.
• Acepta que el grupo de las víctimas es un “blanco de oportunidad”, y que el blanco verdadero es diferente de éste. Desde tal punto de vista, el terrorismo podría interpretarse como el medio a través del cual un mensaje definido se canaliza y se trasmite “a la sociedad, en su conjunto, o a parte de ella”. (La interpretación comunicativa del terrorismo)
La definición del terrorismo suicida lleva otro detalle más – el hecho de que la muerte del perpetrador es precondición del éxito de la operación, y la autodestrucción del éste es una opción responsable e informada.
ROBSON insiste que el conocimiento científico, generado en resultado de una investigación científica debe servir tres objetivos principales: exploración, descripción y explicación. Con la plena conciencia de que en el campo del terrorismo suicida apenas hemos andando el largo camino para recurrir, me he planteado el modesto objetivo de identificar los casos de terrorismo suicida entre mujeres, de describirlos, analizarlos y compararlos; y de esta manera contribuir para la construcción del marco de la investigación de la participación de las mujeres en formas de violencia extremas. Nuestros conocimientos enriquecidos podrían servir si no para la creación de estrategias eficaces de abolición del dicho fenómeno, por lo menos para otras que llevarían a su limitación y prevención.
El propósito planteado al principio se concreta en dos grupos de tareas. El primer grupo de tareas de investigación en el nivel de organización incluye: identificar el conjunto de condiciones bajo el que aumenta la probabilidad de que algunos sujetos políticos recurran a la utilización del terrorismo suicida entre mujeres; identificar los propósitos a cuyo logro contribuye; y, analizar y evaluar sus posibilidades como forma de activismo político, herramienta de acción y movilización política, al igual que su fuerza como forma de participación exitosa en la competencia, en el mercado de lealtades políticas. El segundo, tiene que ver con el nivel individual: identificación de la influencia de las variables en la decisión a favor del terrorismo suicida; identificación de la diferencia entre la motivación femenina y la masculina; identificación, análisis y evaluación del poder explicativo de las teorías racionalistas y culturalistas.
De esta manera, se diseñaron las siguientes hipótesis principales que fueron sometidas a verificación a lo largo del trabajo de investigación:
1. El terrorismo suicida entre mujeres puede ser explicado de forma detallada si la explicación se lleva a la vez en tres niveles: individual, de organización y social. El análisis de la motivación en cada uno de éstos, son aspectos de la misma tarea de investigación, aún los motivos, al igual que los conceptos que los expliquen sean muy diferentes entre sí
2. El terrorismo suicida entre mujeres, al igual que cualquier otro tipo de terrorismo, debería tratarse como una opción estratégica para lograr metas de la agenda nacional (emancipación nacional o étnica; lucha contra regímenes opresivos; satisfacción de aspiraciones territoriales etc.) o de la organización (éxito en la lucha por las lealtades políticas de la comunidad y sus miembros; movilización y acción política, fortalecimiento de la solidaridad interna, etc.)
3. El terrorismo suicida entre mujeres es un indicador que en la época de la globalización, la identidad femenina se pueda problematizar en modo diferente de las prescripciones de género, de las normas de la cultura tradicional.
4. En la explicación de la elección del terrorismo suicida entre mujeres tanto en el nivel de organización, como en el individual, las teorías racionalistas y las culturalistas son mutuamente complementarias
La lógica de la investigación determina la estructura del texto. El primer capítulo, llamado Definición y enfoques, introduce dos categorías principales: la del terrorismo y la del suicidio, en cuanto que son fundamentales para el análisis del terrorismo suicida. Se analiza el contenido del terrorismo al igual que los enfoques de su definición; se formula una definición del trabajo y se tratan los conceptos fundamentales sociológicos del suicidio.
El segundo capítulo, Terrorismo suicida: definición y categorías del análisis, operacionaliza las categorías ya introducidas en la parte anterior. Se introduce la categoría del terrorismo suicida; se diseñan las posiciones principales en el debate académico; se definen los niveles de análisis y se investiga el poder explicativo de las teorías racionalistas y culturalistas, prestando una atención especial a los conceptos de la identidad. Al fin, se hace un intento de buscar las raíces y precedentes históricos de dicho fenómeno.
El tercer capítulo, Terrorismo suicida legitimado a través de la religión: naturaleza, presuposiciones, evolución, es un modesto intento de revelar la compleja relación entre la religión y el terrorismo; se concentra sobre todo, pero no exclusivamente en el Islam, en cuanto que entre las organizaciones que hoy en día recurren a esta forma de violencia no hay otras más que jihadistas. Se distingue entre varios términos, ampliamente, pero no siempre correctamente utilizados: terrorismo religioso, terrorismo religiosamente inspirado, terrorismo religiosamente legitimado, terrorismo islamista y terrorismo jihadista. Se diseñan los conceptos clásicos de la jihad y el martirio, al igual que sus reinterpretaciones modernas. Se delimitan las posiciones principales en el debate teológico en el seno del Islam sobre la participación de mujeres en éstas y se buscan las raíces ontológicas de la dicha participación en la práctica de la revolución en Irán.
Los dos siguientes capítulos se concentran en los casos de Líbano, Chechenia, Palestina, Turquía y Sri Lanka. El texto sigue siempre el mismo esquema conceptual: el estado del debate académico y el significado del problema; análisis del contexto del conflicto; investigación de los factores de la elección del terrorismo suicida en el nivel social, de organización e individual.
Las conclusiones principales a las que se llegó, son las siguientes:
1. No se puede construir un concepto universal explicativo del terrorismo suicida entre mujeres. Sin embargo, se pueden identificar un conjunto de condiciones bajo que las que aumenta la probabilidad de su aparición y desarrollo.
2. La probabilidad de que surja el terrorismo suicida entre mujeres es más grande en sociedades que comparten por los menos, las siguientes cinco condiciones: existe percepción de un conflicto étnico prolongado y difícil o invasión extranjera (que amenaza la identidad nacional o étnica); las normas de la cultura tradicional y la religión predominante imponen restricciones al acceso de las mujeres a lo público; las estructuras de la sociedad tradicional sufren un proceso de fragmentación; ésta cambia y remplaza las autoridades, los valores y las prioridades de la cultura; existen organizaciones radicales que han optado a favor del terrorismo suicida entre mujeres.
3. La opción organizativa a favor del terrorismo suicida es racional de carácter y viene determinada por varios factores, el más importante de los cuales es la dinámica de las relaciones entre actores políticos, aspirando a representar los intereses de la misma comunidad nacional o étnica. En tal contexto, el terrorismo suicida en general, y entre mujeres en particular, es una de las herramientas eficaces para llevar a cabo una competencia política exitosa por las lealtades políticas de la comunidad o sus miembros. Su potencial como tal, se realiza gracias a su fuerte impacto tanto sobre las audiencias internas, como externas. El impacto sobre las primeras se expresa en aumento de los niveles de la solidaridad entre sus miembros, el aumento de la movilización política de la comunidad y disponibilidad de acción política por parte de las dos. El impacto sobre las últimas, se expresa en aumento del apoyo por la causa de la organización, basada en la actitud social de las mujeres suicidas como de victimas.
4. La opción individual a favor del terrorismo suicida es función de varios factores. Las características demográficas (edad, estado civil, profesión, origen) no la impactan de forma decisiva, ni tampoco le impacta de tal manera la religiosidad. Por el terrorismo suicida optan con más frecuencia, mujeres que han sufrido pérdidas de seres queridos causadas por el conflicto, u otros traumas (causadas o no por el conflicto) y se encuentran estigmatizadas en sus comunidades o en la sociedad más amplia, por cuestiones que éstas no toleran.
5. En la mayoría de los casos, el terrorismo suicida entre mujeres no es expresión de motivos feministas, relacionados con la ampliación del abanico de las oportunidades sociales para las mujeres y la satisfacción de sus aspiraciones hacia la emancipación
6. El terrorismo suicida amplía únicamente el derecho de las mujeres de disfrutar de una muerte “por opción”, pero condicionada por la obligación de quitar la vida de civiles, pero no por las oportunidades vitales de las ejecutoras. En la medida en que ésta viene sancionada por las normas de una cultura que apoya el dominio del hombre en la distribución del poder, al fin y al cabo no hace nada más que fortalecer esta misma dominación
7. Los actos terroristas ejecutados por mujeres al igual que aquellos ejecutados por hombres, nunca han contribuido a lograr los objetivos proclamados por el liderazgo de la organización; y al contrario, en el largo plazo los han dañado gravemente. Esto no quiere decir que el terrorismo suicida no es una herramienta eficaz de acción (política), sino que hace falta distinguir entre la agenda pública y la oculta de las organizaciones radicales.
8. En la estructura de la motivación femenina se identifican motivos que no están presentes en la masculina: el estigma por el honor dañado y una lealtad incondicional al líder, al que viene transferida la autoridad masculina en la familia o el clan.
9. En la mayoría de los casos, se distingue claramente una alienación de las mujeres del sentido social de su acto suicida, basado en la diferencia entre los motivos personales y los motivos públicamente proclamados por las organizaciones radicales. Desde este punto de vista, por lo menos una parte de los actos suicidas son actos ejecutados en el nombre del último bien personal – la identidad.
¿Qué se puede hacer para neutralizar o por lo menos limitar esta nueva amenaza?
1. Precisar nuestro concepto científico del terrorismo suicida entre mujeres a través de la ampliación de nuestro conocimiento tanto teórico como empírico.
2. Identificar, analizar y evaluar el terrorismo suicida entre mujeres, en nociones adherentes al contexto en que éste surge. Evitar una transferencia poco crítica de contenidos y categorías, características para los contextos culturales y científicos occidentales.
3. Superación de los estereotipos de género del tipo de los que las mujeres pueden ser únicamente sujetos y no objetos de la violencia.
4. Cambio del discurso mediático, el cual representa a las terroristas suicidas como víctimas y no como ejecutoras de la violencia.
5. Fortalecimiento del concepto que la feminización del discurso nacionalista de las organizaciones radicales, no significa necesariamente más igualdad para las mujeres.
6. Aplicación de medidas que aliviarían las consecuencias desfavorables de los procesos de modernización y globalización en sociedades tradicionales y especialmente aquellas que empeoran el estatus de las mujeres en tales sociedades.
7. Reconocimiento del valor de la identidad y más especialmente, de la identidad femenina en su propio contexto cultural y continuación del diálogo basado en los rasgos compartidos de la raza humana, independientemente de las divergencias culturales.
8. En los casos del terrorismo religiosamente legitimado, apoyar a las corrientes moderadas del Islam que se oponen a la participación de la mujer en actos terroristas suicidas, los llamen como los llamen.
9. Desmitificación de líderes que apoyan el terrorismo suicida entre mujeres y disociación de la relación entre su autoridad y la autoridad del hombre en la familia.
10. Crear más oportunidades vitales -educacionales, profesionales, sociales– para las mujeres en sociedades en proceso de transformación, lo que llevaría a su presencia en el campo de lo público de otras formas diferentes a la violencia
Me doy cuenta que, como dice el sabio dicho español, desde el dicho al hecho hay más que un trecho. Además, entre las sugerencias dadas no está ninguna relacionada con las sanciones, el control y la aplicación de la violencia legítima del Estado, no de prevención efectuada por parte de las agencias de seguridad, control fronterizo o las autoridades de inmigración. Ante la amenaza inmediata, éstas son de suma importancia. Sin embargo, por importantes que sean, dichas medidas “curan” las consecuencias, pero no las causas. En nuestro mundo global, donde la seguridad desde hace tiempo no es problema únicamente de fuerza, no todo es cuestión de castigo, control y restricciones, el terrorismo suicida entre mujeres es una de aquellas nuevas viejas amenazas que nos recuerdan que la seguridad global, regional y nacional hoy en día requiere de otros conceptos, otro modo de pensar y de diferentes soluciones.
No quisiera terminar este breve resumen sin decir un par de palabras, acerca de mis propios sentimientos, que tuve que controlar a lo largo de todo el proceso. La pregunta que todo el tiempo se me planteaba era: ¿vale la pena? Al fin y al cabo, el terrorismo es solamente uno de los nuevos desafíos de la seguridad: hay muchos más y más graves como son los conflictos étnicos, problemas ecológicos, las armas de destrucción masiva, tráficos ilegales, etc. Además, los actos terroristas suicidas efectuados por mujeres, a pesar de la tendencia de crecer, suponen un porcentaje insignificante en comparación con todos los actos terroristas. Tuve que llegar hasta la última página para comprender que la respuesta es sí. Es sí, porque el terrorismo suicida entre mujeres, es una amenaza creciente en nuestra sociedad de riesgo en la que por buena o mala suerte, nos toca a vivir. Es sí, porque – nunca he deseado más de equivocarme – la ejecución de actos terroristas suicidas por mujeres de origen europeo es sólamente cuestión de tiempo – y no por otras razones sino porque con su pasaporte Shengen y su piel blanca son el recurso más bueno, más barato, más móvil y menos arriesgado. Es sí, porque no tenemos que dejarnos caer en la trampa de los estereotipos de género y confundir a la víctima con el perpetrador. Cuando, hace muchos años, por primera vez de un periódico búlgaro me pidieron escribir un artículo sobre las terroristas suicidas de organizaciones jihadistas, yo me quedé mucho tiempo pensando, sin decidirme a publicar el artículo que se merecía – sabía que se trataba de unas asesinas y sin embargo las llamé de forma más suave El Ejército de Reserva de la Jihad. Así me convertí en un mal ejemplo para mí misma – a pesar de que profesionalmente me interesa el terrorismo suicida entre mujeres, reaccioné como lo harían miles de personas – con compasión hacia las ejecutoras, cuando tendría que haberla sentido por las víctimas. Al final, la respuesta positiva debe ser motivada por el hecho de que no obstante, independientemente de cuál es nuestra opinión sobre el terrorismo – la mía es que es un delito absolutamente comparable por su gravedad con los delitos contra la humanidad – no tenemos el derecho de expropiar la voz de las ejecutoras y dejarla fuera del debate académico solamente porque nos plantea dilemas morales que todavía estamos por responder. Esto no va a contribuir a la mejor comprensión de un fenómeno que podemos evitar. Todo lo contrario. Se convertirá en caldo de cultivo de mitos, compasiones y estereotipos falsos que existen gracias a nuestro silencio.